domingo, 11 de octubre de 2009

Un paseo sabatino por la feria de la ciudad de chupaca

Por Javier Filip Tomas

Hoy hemos quedado con Jorge y Maritza para ir a Chupaca,el pueblo de Jorge, donde celebran una de las ferias más importantes de la región después de la de Huancayo que es mañana domingo.

Desayunamos en el hotel nuestro zumo natural y unas tostadas con huevos revueltos. No sé si lo hemos comentado pero los zumos en Perú son buenísimos, totalmente naturales y de una gran variedad.

Nos dirigimos a la Plaza de la Constitución y nos han dicho que allí, en la esquina paran los colectivos para Chupaca, una provincia también del departamento de Junin. La mayoría llevan escrito por donde pasan y siempre que ven gente frenan y empiezan a gritar donde se dirigen. Nos dicen que el de Chupaca es verde y blanco. Al cabo de poco rato aparece, subimos y empezamos nuestro camino. Chupaca no está lejos, a unos 11 km de Huancayo, ir en colectivo es toda una aventura, ya que se va llenando y llenando, y cuando parece que ya está al límite continua parando. Hay gente que va cargada ya que se dirige a la feria a vender sus productos.

Finalmente llegamos y ya podemos ver la feria del ganado en la parte baja del pueblo, llama la atención que los campesinos vienen de los pueblos más pequeños para comprar ganado, terneros, cerdos, corderitos, cuys y aves para su consumo El colectivo se empina por una cuesta y llegamos a la plaza de Armas, donde nos bajamos. Mientras esperamos a Maritza paseamos por la plaza de armas, vemos la catedral y subimos a un mirador de tres pisos desde el cual hay una preciosa vista del Valle del Mantaro. La base del mirador es la figura de un Shapi (danzante) , personaje que representa a un español, a modo de caricatura ya que va vestido a la usanza de la selva y muestra la impotencia de los españoles al no poder conquistar la selva.

Cuando llega Maritza y su cuñada paseamos por la feria, un gran mercado donde se puede encontrar de todo, desde los bolsos y ropa al estilo más actual, a las faldas típicas andinas, repletas de bordados y alegres colores, las mantas donde las lugareñas llevan a sus bebes o sus compras o los sombreros para cubrirse del sol, tan típicos en las tierras andinas.

Y como la gastronomía es una de las cosas que más gusta a los peruanos no es de extrañar que haya calles enteras dedicadas a los puestos de comidas, desde el típico caldo de gallina (desayuno nacional), la pachamanca (que es un preparado con diversas carnes y cocido con el calor de unas piedras calentadas con anterioridad y todo cubierto bajo tierra), los tamales, una gran variedad de fruta, los pinchos, los panes, y para nosotros el plato estrella de la feria, el lechón de Chupaca. Vemos unos 15 puestos todos con un lechón entero encima de la mesa y las señoras vendedoras con sus manos los van desmenuzando y así reparten todos los jugos del lechón que ha sido asado entero.

Después de la sección comida seguimos nuestro paseo y podemos ver los productos curativos, además de todo tipo plantas, también encontramos la sangre de grado para cicatrizar (es la savia que segregar la corteza del árbol llamado grado que es roja como la sangre), la baba del caracol (pero un caracol muy grande….) y por último un caldito de ranas.

Más tarde Gloria nos lleva a su casa para que probemos el lechón con los panecillos y café pasado. Es un tentempié muy típico en Chupaca.

Hacía el mediodia llega Jorge y nos vamos todos juntos a la Laguna de Ñahuimpuquio, que significa en quechua Ojo de Agua, tiene unos 25 m de profundidad y unas siete hectareas. Tiene fauna y flora autóctona como la totora. Damos un paseo en bote y nos explican un misterio acerca de esta laguna; Se dice que la laguna está de alguna forma unida con la Laguna de Paca, pues antiguas leyendas cuentan que hubo accidentes de personas que se ahogaban en la laguna de Paca y sus cuerpos se encontraban al cabo del tiempo en laguna de Ñahuimpuquio. Desde allí se pueden ver en lo alto del cerro los restos arqueológicos de Arwaturo de la antigua cultura preinca wanka.

Después del paseo en bote nos entra hambre y allí mismo hay un merendero donde cocinan tanto carne como trucha que extraen del propio vivero que hay allí. Nos pedimos unos chicharrones de trucha, unas cervezas y acabamos de pasar la tarde en este maravilloso lugar.

Ya de vuelta, en direccion al pueblo de Ahuac, nos detuvimos en el mirador de Tinyari donde hay una impresionante vista del Valle del Mantaro con el Nevado de Huaytapallana al fondo.

Cuando llegamos a Chupaca, nos despedimos y de vuelta para Huancayo . Mañana ya nos iremos hacia Chanchamayo.

Chupaca setiembre 2009
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